1. La Biblia es Inspirada por Dios
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia (2 Timoteo 3:16).
La Biblia es la única autoridad dada por Dios al hombre; por tanto, toda doctrina, fe, esperanza y toda instrucción para la Iglesia debe ser basada en, y armonizar con la Biblia. Debe ser leída y estudiada por todos los hombres en todas partes y solamente puede ser entendida por los que han sido ungidos por el Espíritu Santo. Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él (1 Juan 2:27). "Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (2 Pedro 1:20-21). |
2. El unico Dios Verdadero
Creemos en el único Dios viviente, eterno infinito en poder, Santo en naturaleza, atributos y propósito; que posee deidad absoluta e indivisible. Este único Dios verdadero se ha revelado El mismo como Padre; como hijo en la redención; y como el Espíritu Santo por emanación.
Mas para nosotros sólo hay un Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros en Él; y un Señor, Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por Él (1 Corintios 8:6). Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todo, y por todo, y en todos vosotros (Efesios 4:6). De manera que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no imputándole sus pecados, y nos encomendó a nosotros la palabra de la reconciliación (2 Corintios 5:19). Las Escrituras hacen más que intentar probar la existencia de Dios: afirman, asumen y declaran que el conocimiento de Dios es universal. (Romanos 1:19, 21, 28, 32, Romanos 2:15) Dios es invisible Incorpóreo, sin partes, sin cuerpo y por tanto sin ninguna limitación. El es Espíritu (Juan 4:24) El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor uno es" (Marcos 12:29; Deuteronomio 6:4). El único Dios verdadero se manifestó El mismo en varios modos en el Antiguo Testamento, En el Hijo mientras estaba entre los hombres, y como el Espíritu Santo después de la ascensión. |
3. Creemos en Jesucristo
El único Dios verdadero, el Jehová del Antiguo Testamento, tomo en sí la forma de hombre, y como el Hijo del hombre, nació de la virgen María.
Pablo dice: “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria" (1Timoteo 3:16). "A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron" (Juan 1:11). El único Dios verdadero fue manifestado en carne, es decir, en su Hijo Jesucristo. Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados (2 Corintios 5:19). Creemos que "en El (es decir, Jesucristo) habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (Colosenses 2:9). "Por cuanto agrado al Padre que en él habitase toda plenitud" (Colosenses 1:19). Por eso, Jesucristo en su humanidad era hombre; en su Deidad era y es Dios. Su carne era el cordero, o el sacrificio de Dios. Es el único mediador entre Dios y el hombre. "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5). Jesucristo, por parte de su Padre, era divino; por parte de su madre, era humano. Así, El era conocido como el Hijo de Dios y también como el Hijo del hombre, o el Dios - hombre. "Porque todas las cosas las sujeto debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujeto a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetara al que le sujeto a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos" (1 Corintios 15:27-28). "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso" (Apocalipsis 1:8). |
4. El Hombre y Su caida
En el principio Dios creó al hombre inocente, puro y santo; pero por medio del pecado de desobediencia, Adán y Eva, los primeros de la raza humana, cayeron de su estado santo, y Dios les expulsó del Edén.
Así, por la desobediencia de un hombre, el pecado entró en el mundo por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron Romanos 5:12). |
5. Arrepentimiento y Conversión
El perdón de pecados se obtiene por el arrepentimiento genuino, un hecho de confesar y abandonar los pecados. Somos justificados por fe en el Señor Jesucristo (Romanos 5:1).
Juan el Bautista predicó el arrepentimiento, Jesús lo declaro y los Apóstoles insistieron en ello, tanto a los judíos como a los gentiles (Hechos 2:38). Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. La palabra "arrepentimiento" viene de varias palabras griegas que significan cambio de puntos de vista y de propósito, cambio de corazón, cambio de actitud, cambio de vida, transformación, etc. Jesús dijo, "... si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente" (Lucas 13:3). "Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén" (Lucas 24:47). La salvación eterna es solamente por la gracia o misericordia de Dios, por medio de la fe, no por nuestras obras (Efesios 2:8-9). |
6. La Cena del Señor
La noche en que fue traicionado nuestro Señor, El comió la cena pascual con los Apóstoles y después la instituyó como sacramento.
"Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomo su copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama" (Lucas 22:19-20). Pablo instruyó a la Iglesia como observarla (1 Corintios 11:23-24). Así fue instituido el uso del pan literal y el fruto de la vid, los cuales son tomados literalmente come emblemas de Su cuerpo partido y sangre derramada. Hay también un significado espiritual y una bendición en tomar la Cena del Señor. |